La Resistencia se adelanta a los hechos y desconoce el proceso electoral, de la misma manera lo hace la Candidatura Independiente del compañero Carlos H. Reyes. Ahora la expectativa se coloca en la decisión histórica del Partido Unificación Democrática del que el pueblo no espera menos que el cerrar filas a la par de la razón y la moral.
La crisis política ha sido la oportunidad histórica del pueblo para lograr identificar los culpables principales del subdesarrollo y el injerencismo de sus arquitectos del norte. La lucha se tornó rápidamente de una consulta popular para incrementar el desarrollo capitalista en una lucha de transformación radical de la sociedad. Mientras en junio se hablaba de participación ciudadana ahora, apenas cuatro meses después, la población habla abierta y constantemente de lucha de clases y antiimperialismo.
La estructuración del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado es permanente y experimenta saltos cualitativos de conciencia en su concepción de la realidad y del futuro. El común denominador es el desprecio del pueblo por la oligarquía, el ejército y el miedo. Para los analistas del pentágono el problema de la situación hondureña se encuentra fuera de sus esquemáticos parámetros habituales.
Por una parte la guerra psicológica no funciona porque de los medios de comunicación que difunden mentiras son atendidos por una muy pequeña parte de la población. En los barrios populares, en las colonias de las ciudades, los caseríos y las aldeas existe la cadena nacional de los medios que se mantienen en Resistencia. Luego la guerra psicológica no puede acabar con las conversaciones de vecinos, familiares, amigos y compañeros que se dan innumerable veces en un mismo día.
La agresión imperialista es inminente y se expresa en sus inseguridades en todas las latitudes del planeta. La ultraderecha internacional se convoca a Berlín para celebrar la última derrota contundente contra los pueblos.
Empuja dominós decorados ridículamente como quien piensa que la historia es mecánica y se disimula con colores los pormenores de una secuencia de hechos que en realidad no se detienen. Nadie entiende la celebración pomposa del imperialismo gringo-europeo que sumido en la peor de crisis financiera y amenazando al mundo con guerra, muerte, invasiones y golpes de estado, pretenden hacernos creer que la victoria
del capitalismo es irreversible.
Hace 20 años cayó un muro que se construyó en medio de una guerra imperialista. Hoy se mantienen muros que separan países, pueblos y humanidades, todos ellos construidos y custodiados por el imperialismo. En Palestina, en México, en Corea, en las ciudades de la humanidad se construyen muros anacrónicos que defienden la propiedad privada de los que producen las riquezas. Los pueblos viven en la lógica inhumana del capitalismo y se separan porque el sistema les ha construido también los muros del egoísmo y la competencia.
Obama, premio Nobel de la pax romana, coloca en posición de fuego las bases militares en territorio colombiano. Amenaza a todo un pueblo que construye la sociedad del socialismo del siglo XXI. No le bastó con financiar a una oposición políticamente incapaz, ahora piensa que el trabajo debe tomarlo por sus propias armas. El pueblo libre de Venezuela se encuentra en la tensión de quien espera la llegada de las hordas hitleristas, pero estálisto.
El mundo convulsiona ante la crisis capitalista. Su síntoma es político y en su lógica debe ser militar. La barbarie se aproxima pero los pueblos también han tomado posiciones. En esa situación se encuentra justamente el pueblo hondureño, peleando una más de las batallas que los pueblos del mundo enfrentan por su liberación.
¡Venceremos!
¡Necedad!
OPLN
martes, 10 de noviembre de 2009
La Resistencia se adelanta a los hechos y desconoce el proceso electoral de la misma manera que la Candidatura Independiente de Carlos Reyes
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