Por Mario Casasús
Tegucigalpa.- En entrevista con Clarín.cl René Novoa (1976) poeta y editor del periódico El Libertador, habla desde la clandestinidad: “Hace dos semanas el usurpador Roberto Micheletti y Martha Alvarado pidieron los documentos de El Libertador, nos quieren cerrar, incluso recibimos la información de un operativo militar que harían de noche para clausurar el periódico, así que todos en la sala de redacción nos vimos obligados a salir del edificio, estamos en la clandestinidad”
Entre el caos golpista y el Estado de Emergencia decretado por la dictadura, René Novoa prepara la edición del libro: Autopsia para un Jazmín (2010), con su poesía ha participado en las antologías: Colección Sensibilidades (Madrid, 2002); Letras Libres (Madrid, 2005); Papel de Oficio (Tegucigalpa, 2005); Sociedad Anónima (Tegucigalpa, 2007) y El mundo tiene alas (Miami, 2009).
René Novoa es conciente de las amenazas del régimen de facto, el 28 de septiembre, agentes encubiertos del ejército hondureño secuestraron y torturaron al fotógrafo Delmer Membreño (presentando quemaduras de cigarro y golpes en el cuerpo y rostro), la semana pasada el editor fotográfico de El Libertador –Delmer Membreño- salió al exilio con destino a Santiago de Chile. El poeta y editor René Novoa asegura sin tapujos: “Honduras es un país secuestrado por la dictadura (…) el Comisionado de Derechos Humanos es el que por Ley debe protegernos, forma parte de la dictadura: Ramón Custodio es un fósil del Estado y ves al Fiscal general y al Fiscal adjunto involucrados en el golpe de Estado, el pleno de la Corte Suprema participa de los crímenes de lesa humanidad, aquí no tienes garantías”
MC.- René, debo admitir que antes de viajar a Tegucigalpa no tenía antecedentes del periódico El Libertador, ¿quiénes lo fundan?, ¿desde el principio decidieron el perfil editorial?
RN.- El proyecto comienza en el año 2003, la idea es del periodista Johnny Lagos, pero comenzamos a circular el 20 de mayo de 2004; recuerdo que Johnny estuvo durante 10 años madurando la idea de crear un periódico y decidió irse de los medios tradicionales y fundar El Libertador, precisamente porque dentro de los medios todo es censura, incluso le siguen ofreciendo dinero por no publicar algunos artículos de su autoría, pero nunca aceptó, los dueños de los medios suelen cobrar esa plata y luego dan absurdas explicaciones sobre por qué no salió de la imprenta un reportaje polémico.
La única manera de decir lo que pasa en nuestro país es a través de un medio independiente, El Libertador fue cofundado por Francisco Javier Membreño y con un grupo de periodistas jóvenes, habían organizado un proyecto artístico homónimo para recaudar el dinero y fundar El Libertador, porque a diferencia del resto de medios de comunicación hondureños, nosotros venimos del pueblo, andamos en bus, no somos de familias oligarcas; El Libertador en Honduras es un proyecto ilógico, porque aquí se cree que sólo con plata fundarás una empresa, sin embargo lo único que necesitas es una idea brillante, mucha gente cree en El Libertador, la primera edición fue diagramada e impresa y los pago de facturas se hicieron después, Johnny llegó a acuerdos y los acreedores extendieron el plazo de pago. Yo llegué en julio de 2004 porque creí en el proyecto, a la fecha todos hacemos de todo, El Libertador me formó como editor, como reportero y redactor, hasta ayudaba en la circulación, iba con mi maleta repleta de periódicos a las Embajadas, a los organismos internacionales, con los banqueros, incluso el director distribuía el periódico. Por eso el lector se identifica con El Libertador, somos 6 millones de hondureños los que transitamos por la línea de la pobreza y nadie habla de la miseria; originalmente El Libertador sería un semanario, pero por estrategia de mercado Johnny Lagos decidió editarlo de forma mensual, hubo dos experimentos: El Nuevo Día y El Periódico –circularon diariamente- y les resultó imposible competir con medios establecidos como La Tribuna y El Heraldo, para evitar ese fracaso El Libertador se imprime mes con mes para así captar lectores, en algún momento seremos un quincenario, un semanario hasta llegar a la edición diaria.
MC.- ¿Aumentaron las consultas y ventas de El Libertador durante los 5 meses de dictadura?, en tu papel de editor, ¿qué experiencias te dejó el golpe de Estado?
RN.- Mario fíjate que el compromiso es mayor, porque la exigencia es mayor, no sólo se trata de la objetividad, sino cómo vamos a decir las noticias; sí hubo un crecimiento en circulación y ventas de El Libertador, otra cosa que nos ayudó fue la página web para llegar a más lugares. Sabemos que ahora llegamos a personas que no nacieron en Honduras, así que no puedes salir con un lenguaje descuidado, cargado de hondureñismos, no puedes asumir que el lector lo sabe todo, la exigencia aumenta en contenidos, formatos y redacción; súmale que tenemos que salir a inicios de mes y buscar a los anunciantes que están esperando, cuando pautan la publicidad nos exigen el día, ¿y con todas las noticias que se generan cómo decides cerrar la edición?, tenés que multiplicarte, nosotros no tenemos horario, incluso a veces pasamos semanas o días encerrados en la oficina del periódico, llevamos nuestra ropa –puedes ver mi mochila-, tenemos un compromiso ineludible con la sociedad y con el lector, no te puedes enfermar, ni faltar, no valen los pretextos para dejar de cumplir.
MC.- El 29 de septiembre, leímos las noticias del secuestro y tortura que sufrió el editor fotográfico Delmer Membreño, ¿qué otras represalias han vivido en El Libertador?
RN.- La represión viene antes del golpe de Estado, el 18 de junio el juez Jorge Zelaya Saldaña –el mismo juez que prohibió La Cuarta Urna-, envió una citatoria al director de El Libertador, diciéndole que nosotros no podíamos sacar información sobre La Cuarta Urna, incluso Johnny Lagos ha sido amenazado de cárcel; después nos boicotearon terriblemente, como subíamos información diaria en la página web, llegó un momento que el servidor de Internet nos tuvo fuera del aire por dos semanas, llamábamos y nos decían que estaban trabajando para solucionar el problema y el mismo proveedor sí funcionaba en las colonias vecinas, así que tuvimos que irnos a trabajar a un cybercafé, eso no era extraño, porque al inicio de El Libertador nosotros tuvimos la sala de redacción más grande del país, donde hubiera un cybercafé ahí trabajábamos (risas).
Pero sin duda la peor represalia fue el secuestro de Delmer Membreño, han llegado amenazas, hace dos semanas el usurpador Roberto Micheletti y Martha Alvarado pidieron los documentos de El Libertador, nos quieren cerrar, incluso recibimos la información de un operativo militar que harían de noche para clausurar el periódico, así que todos en la sala de redacción nos vimos obligados a salir del edificio, estamos en la clandestinidad, pero tenemos la ventaja de que existan tantos locales de cybercafé para trabajar. Desde el inicio han querido cerrar a El Libertador, hemos desnudado a toda la oligarquía, sacamos reportajes sobre sus propiedades en Miami, hemos publicado todos sus negocios sucios, lo hemos documentado todo, ya no nos extrañan sus amenazas.
MC.- ¿Han denunciado las amenazas ante organismos defensores de los derechos humanos en el país y del extranjero?
RN.- Sí, las denuncias las hemos presentado en el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), al Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (CODEH) y está el trámite en la Corte Interamericana de Derechos Humanos; pero imagina que Ramón Custodio, el Comisionado de Derechos Humanos es el que por Ley debe protegernos, forma parte de la dictadura: Ramón Custodio es un fósil del Estado, o el Ministerio Público por Ley es el defensor del pueblo, pero ves al Fiscal general y al Fiscal adjunto involucrados en el golpe de Estado, el pleno de la Corte Suprema participa de los crímenes de lesa humanidad, aquí no tienes garantías, Honduras es un país secuestrado por la dictadura.
MC.- ¿Cómo se van a preparar en El Libertador para la cobertura informativa de la farsa electoral?
RN.- Las elecciones del 29 de noviembre son un segundo golpe de Estado en Honduras, estamos claros, ya no tendrá nombre, será una dictadura-autocracia; estamos definiendo una estrategia, sin embargo tenemos algunas líneas: vamos a demostrar que no hay confianza en el proceso electoral, por un lado no se cumple el Acuerdo Guaymuras-Tegucigalpa-San José, con tantos nombre te asalta la duda (risas); vamos a publicar la trayectoria de los magistrados del Tribunal Electoral, por ejemplo David Matamoros Batson y Enrique Ortez Sequeira, ambos están inhabilitados para ejercer porque ellos son diputados, y la empresa que va a manejar los resultados electrónicos de las elecciones es propiedad del golpista Arturo Corrales. A todas luces no proceden las elecciones, aquí lo único válido es la Asamblea Nacional Constituyente, porque la democracia no existe en una dictadura. El pueblo iba a ejercer la democracia en La Cuarta Urna y se da un golpe de Estado, por eso exigimos la inmediata restitución del Presidente Zelaya, queremos recuperar la democracia, porque hemos perdido un país, nos hicieron retroceder 30 años.
MC.- Dejemos de lado el oficio de editor y hablemos de la poesía, ¿es un bálsamo?, ¿es compatible la poesía amorosa en medio de la dictadura?
RN.- La poesía amorosa siempre será una Isla, un bálsamo, la poesía te saca de la rutina, de los problemas, de la rabia, de la impotencia, del tema constante, es terapéutico no hablar de la dictadura las 24 horas del día; encontrarte con la poesía y sus vivencias, con una muchacha, la palabra te saca del país por un tiempo, te hace recordar quién eras, sin claudicar en la Resistencia, la poesía te da un respiro, cuando hablas con la poesía te ayuda a organizar tus ideas para los artículos periodísticos. La vez anterior vos me consultabas algo, la literatura me llevó al periodismo, el oficio de editor te ayudar a desarrollar tu propuesta; un escritor se forma con las lecturas, pero la gran ventaja de estar en el periodismo –no son las 120 reglas de redacción-, es el lenguaje directo y la combinación de frases largas y frases cortas para desarrollar el mensaje, la edición es fundamental en mi obra poética.
MC.- ¿Cuándo el poeta, que además es editor, dejará de ser inédito?
RN.- Siento que ya trabajé suficiente mi libro, no sé si tiene calidad, pero sí tiene dignidad; ahora voy al proceso de imprenta, probablemente entro a imprenta la primera o segunda semana de diciembre, el proceso de edición de libros en Honduras es sumamente lento, le dan muchas largas, así que saldrá en febrero o marzo de 2010 y se llamará: Autopsia para un Jazmín.
MC.- Finalmente, se publicó la antología Poesía en Resistencia (2009), ¿viviste la tentación de declinar la poesía amorosa por la poesía social?
RN.- Escribí algunas cosas contra el golpe de Estado, las difundí entre mis amigos y ellos a su vez las difundieron en blogs, fueron poemas en prosa al cumplirse 46 días en Resistencia, cuando le dieron una golpiza a la Resistencia. Incluso me invitaron a participar en esta antología de Poesía en Resistencia, pero no quise enviar mis trabajos porque considero que si bien un golpe de Estado produce mucho arte combativo, no creo en comprometer a la poesía, creo más en la narrativa contestataria, para evitar el panfleto poético, ¿dónde queda la vigencia del poema?, en la década de 1980 hubo muy buenos poemas, sin embargo se escribieron demasiados panfletos, así que todavía tengo esa alergia.
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