Golpistas suspenden el año escolar para garantizar el uso de los inmuebles educativos en las próximas elecciones
El régimen de facto adelantó al 31 de octubre el fin del año escolar con la intención de desalojar a los maestros de los centros educativos y así poder hacer uso de ellos el último domingo de noviembre en las elecciones generales que intenta llevar a cabo a como de lugar, aun y cuando la comunidad internacional y la mayoría del pueblo hondureño no reconocerían los resultados de esa actividad comicial.
El Secretario de la Presidencia, Rafael Pineda Ponce, dijo que las clases terminarán el 17 de octubre y las labores docentes-administrativas concluirían el día 31 de ese mismo mes, dando así por terminado el año escolar; de acuerdo con Decreto Ejecutivo aprobado por Roberto Micheletti Bain y su espurio en “Consejo de de Ministros”, los alumnos de los niveles preescolar, primaria y secundaria serán promovidos con base en un reglamento que la Secretaría de Educación elaborará al efecto.
El gobierno usurpador prefirió sacar de las aulas a los alumnos para apoderarse de los inmuebles de jardines de niños, escuelas y colegios, militarizarlos y así garantizar que dichos edificios serán el escenario del teatro electoral del ultimo domingo de noviembre, fecha en la cual intentaran legitimar el golpe de Estado del pasado 28 de junio y elegir –a discreción, con un ejercito y Tribunal Supremo Electoral controlado por los golpistas- a quien de continuidad a la actual gestión represiva que hace reinar el terror en el país.
Paradójicamente, a los usurpadores no se les ocurrió pensar en ampliar el año lectivo y recuperar el tiempo perdido, o incluir en la mesa de diálogo como resolver este grave problema que afecta a millones de estudiantes. No, no se les vino a mente ninguna idea que beneficiara a la niñez y juventud hondureña; en lugar a eso, como para evidenciar sus prioridades y reales intereses, prefirieron negarle la oportunidad de desarrollarles plenamente las capacidades a los alumnos de acuerdo al plan anual curricular y montar una falsa promoción que hará –seguramente- disminuir los ya precarios indicadores de desempeño y aprovechamiento de los educandos.
Si el tan mentado acuerdo “Guaymuras” resolvería la crisis en el corto plazo, ¿cual es el apuro? Si son los sagrados intereses de la Patria los que están en juego, ¿Acaso el recurso humano no es nuestra mayor riqueza?
Lo que aquí sucede y se deja claro, es que el único interés de los golpistas es llegar a noviembre y organizar las elecciones que los volverá “héroes” y salvadores de la Democracia, y no les importa nada, a tal extremo que si es necesario arrebatarle un pupitre a un niño o un pizarrón a un adolescente, lo harán con tal de ubicar ahí esa urna que rellenaran de votos ficticios o para contar ahí los votos que ya están computados.
En Honduras sucede lo inverosímil: un “gobernante” que en lugar de recuperar el tiempo perdido les hace perder el año escolar a los estudiantes. Pero ¿Cómo pedirle peras al olmo?
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