Desde que Roberto Micheletti dio el pasado 28 de junio un golpe de estado en Honduras, la población de este pequeño país latinoamericano vive convulsionada y a expensas de los últimos movimientos del ejecutivo golpista. El abogado y miembro de la Comisión Ejecutiva Federal de IU Enrique Santiago dio el martes en Palencia una conferencia sobre la ilegalidad del golpe de estado que puso fin de manera violenta al gobierno de Manuel Zelaya. Los conocimientos que tiene Enrique Santiago sobre la difícil realidad que vive el país son amplios, ya que es integrante de la Comisión de Observación sobre la situación de los Derechos Humanos en Honduras.
-¿Cómo calificaría el golpe de estado de Micheletti?
-Fue un golpe de estado clásico, aunque se ha intentado disimular bajo una supuesta cobertura legal constitucional. Es supuesta porque no hay análisis jurídico que resista esa interpretación, ya que los golpistas vulneraron la totalidad de las normas constitucionales.
-Se hablaba de que el golpe de estado fue una respuesta al deseo de Manuel Zelaya de buscar su reelección en un referéndum. ¿Cree que es cierto?
-No. Era imposible que el procedimiento de la consulta diseñado por Zelaya acabara en la elaboración de una nueva constitución durante su mandato, por lo que era todavía más imposible que éste se presentara a una reelección, que fue el argumento de los golpistas. El problema de fondo es que Zelaya había incorporado a Honduras al tratado del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas, iniciativa económica lanzada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez), lo cual era rechazado por el ejército y buena parte de la oligarquía hondureña.
-¿Están las democracias en peligro?
-El golpe en Honduras ha sido una evidente señal de alarma muy grave para el mundo. Pensábamos que el XXI era un siglo en el que ya se había asentado la democracia y era imposible considerar la probabilidad de un golpe de estado. La situación en Honduras acredita lo contrario, que las desapariciones y muertes ocurridas en América Latina en los sesenta, setenta y ochenta podrían volver.
-¿Cree que esto puede ocurrir en países en situación límite?
-El antecedente no es nada bueno. Esta situación, de no corregirse, acreditaría ante la opinión pública internacional que la comunidad internacional permite estas operaciones contrarias a la democracia y a la estabilidad constitucional.
Este es el trazo de las derechas, de las oligarquias y del imperialismo, de un camino seguro para aniquilar las incipientes democracias en la región; es una advertencia a los gobiernos, de que un paso en falso, entiendo este como aquél que anuncie amistad con Chávez, desafiando al imperio, traerá consigo esta receta golpista.
ResponderEliminarLo que debemos buscar es que ese golpe no se consolide. Dónde están los movimientos sociales en América Latina? Dónde ponen los pies en la tierra eso de que "Otra América es posible" Ahora es cuando... o nunca será.
Marìa Silvia