En Honduras, la presión internacional parece estar provocando un ligero cambio en la elite empresarial que colaboró con la instalación del régimen golpista en junio. Según se informa, esta semana líderes empresariales hondureños informaron a diplomáticos internacionales que estarían abiertos a un plan para el retorno del derrocado presidente Manuel Zelaya. Pero además de limitar la autoridad de Zelaya en virtud de los acuerdos en los cuales el Presidente Arias, de Costa Rica, actuó como intermediario, los dirigentes empresariales también insistieron en que Zelaya fuera juzgado por cargos de corrupción y obligado a abandonar su cargo cuando termine su mandato en enero, a pesar de haber pasado la casi totalidad de los últimos tres meses en el exilio.
El plan fue debatido en una reunión que tuvo lugar el pasado domingo en la residencia del embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens.
Un asesor de Zelaya expresó que las propuestas de la elite estaban ‘muertas al nacer’ porque presuponen la culpabilidad del depuesto presidente.
Zelaya permanece en la embajada brasilera, donde está refugiado desde que volvió a Honduras la semana pasada.
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