CANCILLER PATRICIA RODAS: NI EL PUEBLO HONDUREÑO NI PAÍS ALGUNO ACEPTARÁ LA MANIOBRA DE LA DICTADURA, DE PERPETUAR EL GOLPE DE ESTADO CON UN DISFRAZ ELECTORAL
Nueva York, octubre 12 de 2009 (Especial).- La Canciller del Gobierno Constitucional de Honduras Patricia Rodas, denunció en Naciones Unidas que es criminal e inaceptable que, mientras se desarrolla una mesa de diálogo para tomar decisiones al respecto de la restitución del Presidente Zelaya y el retorno al Orden Constitucional, el régimen golpista haya incrementado sus acciones de violación masiva de los derechos humanos del pueblo hondureño, de los derechos y de la alta dignidad del presidente Zelaya, y de la integridad de la Embajada de Brasil.
“Queremos denunciar, dijo, que día a día en la Embajada de la República de Brasil el Presidente Zelaya esta sometido a tortura permanente, tortura sónica y lumínica a travees de grandes reflectores instalados sobre grandes plataformas. El Presidente Zelaya, su Esposa Xiomara, funcionarios brasileños y quienes le acompañan en la sede diplomática de Brasil, están sometidos a un proceso de guerra psicológica y de amenazas de invasión y de muerte, la misma forma de tortura que sufre el pueblo hondureño en forma cotidiana”.
De allí que formuló un nuevo llamado a la comunidad internacional a que permanezca firme y alerta frente a un gobierno de facto que sistemáticamente se ha negado a acatar los mandatos de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de todas las expresiones multilaterales de la comunidad internacional, a cuyo llamado el régimen ha respondido con la imposición de un estado de sitio, con la suspensión de todos los derechos y garantías ciudadanas contra un pueblo que se manifiesta pacíficamente, contra un Presidente Constitucional al que se le hostiga y se le mantiene militarmente cercado, torturado y totalmente aislado, y contra la sede diplomática de un hermano país, lo que ha merecido el examen del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En rueda de prensa ofrecida esta lunes en la sede de las Naciones Unidas, la Canciller Rodas advirtió que el Presidente Zelaya, quien ha aceptado hasta ahora todas las instancias que la comunidad internacional ha creado para buscar una salida pacífica al conflicto que generó el golpe de estado y su secuela represiva, también ha dado un ultimátum para que el 15 de octubre próximo se llegue a una solución, mediante el diálogo, en el marco de lo que prescribe el Acuerdo de San José.
La Ministra para Asuntos Exteriores de Honduras dijo que el 15 de octubre el pueblo hondureño y la comunidad internacional esperan la noticia de la inmediata y segura restitución del Presidente Zelaya, y con ello, la pulverización del golpe de estado. De lo contrario, “no habrá más camino que denunciar ante el mundo la terquedad de una dictadura que está dispuesta a burlar todas las convenciones internacionales de protección a los Derechos Humanos y al derecho a no ser sometido por un pequeño grupo de poder, que concentra y monopoliza el uso de la fuerza, y la fuerza de las armas”, enfatizó.
Si el 15 de octubre el régimen no acata el mandato popular e internacional de la restitución del Presidente Constitucional José Manuel Zelaya, dijo la Canciller que la resistencia continuaría marchando hasta aislar totalmente al régimen, el que tendría que enfrentar el rechazo y el repudio total. Ni el pueblo hondureño ni país alguno que se considere democrático podría aceptar la maniobra de los golpistas de pretender legitimar su crimen mediante un fraude disfrazado de ejercicio electoral. Nadie que se precie de demócrata podría aceptar que se nos imponga “una nueva forma de sucesión presidencial que también pone en peligro los procesos democráticos de la región, del Continente y del mundo entero”.
“Los procesos electorales son un derecho ciudadano a elegir y ser electos libremente, no son formas de solución a golpes de estado, ni cómodas salidas a situaciones criminales”, acotó Rodas. Agregó de manera rotunda que no se pueden celebrar elecciones forzadas en medio de un estado de sitio, con las garantías constitucionales y todos los derechos ciudadanos suspendidos y, por añadidura, convocadas por un régimen que llegó al poder montado sobre un golpe de estado y que se mantiene por la fuerza de las armas.
Si el 15 de octubre el régimen no acata el mandato del pueblo hondureño de retituir al su legítimo Presidente, la Canciller Rodas advirtió que la comunidad internacional tendrá que revisar la necesidad de imponer sanciones y obligaciones más severas al régimen golpista. “El no reconocimiento al proceso electoral deberea ser el rechazo al régimen de facto” porque “nuestro pueblo quiere su democracia y no aceptamos una solución ilegal para resolver una situación ilegal”, dijo tajante la Canciller.
“El 15 de octubre se marcara el tiempo a través del cual podremos saber si es posible recuperar nuestras fórmulas democráticas para lograr procesos de transformación. El pueblo hondureño no ha renunciado al derecho de reconquistar su democracia y a vivir en libertad, y seguirá marchando pacíficamente como se lo ha pedido el presidente Zelaya, quien ha manifestado que no renunciará jamás al diálogo como forma de lucha contra quienes imponen la violencia en Honduras, que son las fuerzas armadas y el régimen golpista”, advirtió la canciller Rodas.
“No incitaremos a la insurgencia armada, pero tampoco podremos evitar que grupos de nuestra sociedad, cansados de ser golpeados y reprimidos, cansados de esperar que en Honduras nuevamente exista paz y tranquilidad y cansados de observar cómo se cerca militarmente a su Presidente Constitucional, con toda impunidad y a la vista y paciencia de quienes podrían evitar este terrible asedio, puedan optar por otros caminos que para nosotros siguen siendo indeseables”.
Aseguró que el pueblo hondureño esta firme en la resistencia pacifica, enfrentado la mayor violencia de su historia y, ahora, enfrentando el peligro de que un derecho ganado a fuerza de mucho sacrificio, de tener elecciones libres y transparentes sea utilizado en su contra con la imposición de unas elecciones espurias y sumergido es un estado de sitio que ha suspendido todas sus garantías constitucionales, únicamente con el objetivo de legitimar un régimen de facto impuesto por la fuerza de las armas.
A partir del 15 de octubre, la Canciller llamó a que la comunidad internacional permanezca en estado de alerta, y llamó a los países miembros de la Organización de Naciones Unidas que sigan firmes e inclaudicables, que se apliquen sanciones dirigidas directamente a los intereses de los responsables del golpe de estado y de la represión creciente contra el pueblo y el presidente hondureño, “porque no se aceptará jamás que un pequeño grupo que un día se atrevió a alzar las armas contra todo un pueblo, pueda ser más fuerte y poderoso que las todas las organizaciones mundiales, regionales, subregionales, y que aquellas potencias que también han condenado el golpe de estado en Honduras”, enfatizó Patricia Rodas.
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