"¿Alguno piensa que yo he tenido alguna injerencia?", en la caída de Zelaya, le preguntó a Cristina.
Por Walter Curia
Alguno de ustedes piensa que yo he tenido injerencia en el golpe en Honduras?". El Presidente Barack Obama buscó una respuesta sincera de la presidenta Cristina Kirchner y consiguió hacer callar al resto de la mesa. En absoluto. Olvídese de eso.Es probablemente la declaración más franca que haya trascendido de Obama sobre las dudas de la región en relación al papel de los Estados Unidos en el golpe en Honduras y su verdadero compromiso con la recuperación institucional en ese país, un escenario que mantiene en vilo a América latina.
Ocurrió en el almuerzo que ambos presidentes compartieron ayer junto a otros once jefes de Estado y el secretario general Ban ki- moon durante la jornada inaugural de la Asamblea General de la ONU. La mesa completa: el premier italiano Silvio Berlusconi; la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen; los presidentes de Ghana, John Atta Mill; Austria, Heizn Fischer; Polonia, Lech Kasczinsky y Corea, Lee Myung- bak, Rusia, Dmitri Medvedev, y el primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan;
La Presidenta intercambió ideas con Obama sobre la delicada situación en América central y, según fuentes de la delegación argentina, coincidieron en que la solución debe provenir de una acción multilateral. Después de un primer período de indecisión, Washington finalmente condenó el golpe en Honduras, pero en aún permanecen ciertas dudas sobre su compromiso con el regreso allí del presidente Manuel Zelaya.
Como se escuchó en su momento en la OEA, Cristina le recordó a Obama la importancia que tendría un compromiso más firme de su gobierno con ese proceso. Obama, que no mencionó la cuestión Honduras en su mensaje a la ONU, respondió como lo hizo otras veces:
-Siempre se criticó la injerencia de los Estados Unidos en América latina, y ahora se la reclama...
-Presidente, se referían a otro tipo de injerencia...-, respondió la señora de Kirchner.
La Presidenta relató cómo está la situación en Tegucigalpa tras el regreso, este lunes, del presidente Zelaya, quien permanece en la Embajada brasileña, donde no hay agua ni corriente eléctrica. Cristina iniciaría más tarde su mensaje ante la Asamblea General con fuerte llamado a la comunidad internacional para que se comprometa en una solución al conflicto.
Las fuentes mencionaron que Obama consultó además a Cristina por la situación económica en la Argentina.
La Presidenta habló con su par de Finlandia, con quien coincidió en la necesidad de superar el conflicto abierto por la instalación de Botnia en el río Uruguay. Y con Berlusconi, quien le aseguró que su país, conserva los índices más bajos de desocupación en Europa. El italiano habló de otro índice: el de su popularidad en Italia, que dijo, supera el 60 por ciento.
Obama era naturalmente el centro de atención allí. Había abierto la Asamblea General con un discurso en el que propuso iniciar una nueva era de cooperación internacional y llamó a todos los líderes del mundo a asumir su responsabilidad en ese diseño, idea que trasladaría luego a la presidenta argentina. Como sea, Obama no mencionó durante su mensaje la cuestión hondureña.
El almuerzo con Obama pudo haber actuado positivamente en la Presidenta, quien elogió ante la Asamblea el mensaje del jefe de la Casa Blanca.
Washington, mientras tanto, sigue demorando el llamado a Cristina para una reunión bilateral con Obama, como ya ha mantenido con Lula, Calderón, Uribe y Bachelet, entre los líderes de la región. Parece estar esperando de la Argentina señales más profundas que las que se mostró en el almuerzo.
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