Eva Sanchis/EDLP
Nueva York – Desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Honduras, donde lleva encerrado desde hace ocho días con el único presidente del país que considera legítimo, el conocido líder hondureño, padre Andrés Tamayo, resumía esta mañana en pocas palabras la situación del país: “Esto es totalmente una dictadura”.
“Ellos son la ley, aquí no existe la ley, sinceramente no hay ley”, enfatizó el padre Tamayo, al referirse a la suspensión hoy por parte del gobierno golpista de cinco derechos constituciones y el decreto del estado de sitio durante los próximos 45 días.
El padre Tamayo dijo que teme por la vida de las personas que forman parte del movimiento de resistencia popular que él integra, debido a los importantes derechos constitucionales que han sido anulados: libertad personal, libertad de expression, libertad de reunión, libre circulación y los derechos de los detenidos.
“Ahora pueden seleccionar a cualquiera que ellos vean peligroso o sospechoso de caminar en nuestra marcha, y especialmente van buscando y seleccionando a líderes y sin orden de captura pueden allanar cualquier casa”, afirmó el conocido líder hondureño.
El padre Tamayo aseguró que el cerco se está estrechando peligrosamente sobre los encerrados, unas 70 personas entre las que se encuentra el presidente depuesto Manuel Zelaya, su esposa y otros familares y seguidores.
Además del ultimatum de que abandonen la embajada de Brasil en 10 días, el gobierno golpista ordenó a los militares esta madrugada el cierre de los dos únicos medios del país que transmitían noticias de los encerrados, Radio Globo y el Canal 36 de televisión. El domingo, el gobierno golpista de Roberto Micheletti también impidió que una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) entrara al país.
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