martes, 29 de septiembre de 2009

Sr. Cardenal Oscar Andrés Rodríguez de Honduras, usted es un asesino

Roberto Iraheta

El Independiente

Julio 6, 2009 (Fecha de publicacion)


En conferencia de prensa el 4 de julio trasmitido por cadena nacional en Honduras en esa fecha y el día de ayer, pocos minutos antes que el avión que transportaba al presidente constitucional Manuel Zelaya intentara aterrizar en el aeropuerto de Toncontín, en esos minutos sus palabras resonaban en el fuego indiscriminado que los soldados del ejercito hondureño abrieron contra miles de manifestantes pacíficos.


Esos disparos fueron la confirmación de sus palabras pitónicas de advertencia: “hago un llamado al amigo José Manuel Zelaya, que al tomar posesión, citó tres mandamientos: no mentir, no robar y no matar, y pensamos que una acción precipitada puede provocar un baño de sangre (…) por favor medite porque después será demasiado tarde”.


Ud Señor Oscar Andrés Rodríguez, no solo es de la cúpula golpista, sino un asesino de su propio pueblo que se cobija en los ropajes de la oligarquía religiosa de Honduras, y que cada día lleva al país en un camino de mayor violencia institucional.


El pueblo hondureño seguramente tiene un limite de paciencia, paciencia que ud. puso a prueba este día, con esa multitudinaria concentración cívica, ejemplar del pueblo de Honduras que se mantuvo a la espera de su presidente Zelaya, y quienes a pesar del ataque armado por el ejercito se mantuvo en su actitud pacifica, pero solo Dios sabe hasta donde llegara la paciencia del pueblo hondureño.


Ud. es parte de los golpistas y asesino del pueblo hondureño, porque en la conferencia de prensa del 4 de julio con lujos de detalles “constitucionales” como un experto, avalo y bendijo no solo el golpe de estado sino el secuestro y expulsión del presidente constitucional Manuel Zelaya.


En esa misma conferencia de prensa afirmo que 11 de sus correligionarios de la llamada Conferencia Episcopal de Honduras, estaban de acuerdo con sus declaraciones, en otras palabras, con la justificación del golpe de estado, y ahora la represión armada contra el pueblo hondureño.


Esto convierte a la dicha Conferencia Episcopal en coparticipes y autores, no solo del golpe de estado sino en todos los actos de represión, asesinatos, y violaciones a los derechos humanos que la estructura golpista somete a la población hondureña.


A ud. Cardenal Oscar Andrés Rodríguez no le podemos aplicar la palabra que por “unas monedas de oro” se convirtió en Judas, porque ud siempre ha sido parte de la oligarquía religiosa hondureña que ha prostituido el nombre de Dios, fornicando por el poder con las otras estructuras de poder político y económico del país, olvidándose que el compromiso como un pastor de iglesia es al lado del necesitado, del oprimido, del explotado, del vejado, pero ud. escogió el prostituir y mancillar el nombre de Dios bajo el ropaje religioso, confabulando para destruir la democracia y reprimir al pueblo.


Las balas que asesinaron al jovencito de 19 años, Isis Oved Murillo, el día de ayer en el aeropuerto de Toncontín, salieron disparadas de sus confabulaciones golpistas, sin apretar el gatillo pero como instigador intelectual de la agresión contra lo que ud llama “su pueblo su feligresía”.


Cardenal Oscar Andrés Rodríguez el asesinato, la confabulación, la represión, la fornicación con las estructuras de poder oligarcas y adoración por el poder, no son características de un pastor que ama a su pueblo, a su iglesia; un pastor que ama a su pueblo se calza con el evangelio de la paz, se pone la coraza de la verdad y empuña la espada de la justicia en defensa de su pueblo…pero ud. Cardenal se prostituyo por el poder, por convertirse en concubina de la oligarquía y las fuerzas oscuras que reprimen al pueblo de Honduras.


Dios y el pueblo hondureño tengan misericordia de ud. en aquel día!!

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