martes, 1 de diciembre de 2009

Mayoría de iberoamericanos rechaza comicios hondureños

La mayoría de países iberoamericanos se pronunció el día 30 contra las elecciones generales realizadas en Honduras bajo el gobierno golpista de Roberto Micheletti y la supuesta victoria del candidato presidencial de la derecha, Porfirio Lobo.

Sin embargo, Panamá, Costa Rica, Perú y Colombia, han seguido la posición de Estados Unidos de reconocer los resultados, y hasta comentaron que estaban otorgando un "reconocimiento a la democracia".

Unos 4,6 millones de hondureños fueron convocados para participar el domingo pasado en comicios para elegir a un presidente, 128 diputados, 298 alcaldes y 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Sin embargo, sólo acudió a votar poco más del 30 por ciento de los electores.

El presidente Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Honduras desde el 21 de septiembre, después que fue derrocado el 28 de junio último, dijo anoche que el abstencionismo fue el que ganó las elecciones, y que según sus datos, se colocó en un 65 por ciento, aunque otras versiones aseguran que llegó a 70 por ciento.

En tanto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se mostró hoy cauteloso al decir que no puede validar ni desconocer las elecciones en Honduras, pero dijo que Zelaya tiene un papel fundamental en este proceso.

Cuba, con una posición firme, demandó este lunes en Estoril, Portugal, donde se celebra la XIX Cumbre Iberoamericana, un pronunciamiento contra las elecciones en Honduras.

El canciller cubano Bruno Rodríguez dijo ante sus homólogos que "reconocer el gobierno espurio que de estas elecciones ilegítimas emerja, traicionaría los principios de paz, democracia y justicia que se proclaman".

España también dijo que "no reconoce las elecciones" hondureñas del domingo, pero matizó que "tampoco las ignora".

Expresó en Estoril que ahora hay nuevos actores políticos y un presidente electo, pero que los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica fijarán una posición en un comunicado.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, fue más clara al decir que el proceso eleccionario del domingo en Honduras no debe implicar la validación del golpe de Estado del 28 de junio, por el que fue derrocado el presidente Zelaya.

"Este proceso no puede ser invocado para legitimar un golpe de Estado perpetrado hace sólo cinco meses atrás, porque de esta forma se estaría sentando un precedente grave e inaceptable y una serie de amenazas para América Latina", agregó.

Por su parte, la presidenta argentina Cristina Fernández, al felicitar al uruguayo José Mujica por su triunfo electoral -el mismo domingo-, dijo que "se torna insoslayable el abordaje de otras pseudo elecciones realizadas en el continente, y que tuvieron lugar, yo diría casi un simulacro, en Honduras, en el marco de la más absoluta ilegalidad".

El gobierno paraguayo tampoco reconoció el resultado de los comicios hondureños, en las que "no existieron las condiciones requeridas para realizar elecciones democráticas", dijo el ministro de Trabajo, Humberto Blasco.

México, aunque de una manera velada, también manifestó su rechazo. El presidente Felipe Calderón dijo que el triunfo de Lobo será reconocido hasta verificar si fueron o no elecciones libres.

"La democracia en nuestros pueblos está registrando claras regresiones de carácter no democrático, de lo cual el golpe de Estado vivido en Honduras fue una expresión muy preocupante y una poderosa llamada de atención para todos", agregó.

Guatemala también manifestó este lunes su rechazo, ya que "no puede haber un nuevo gobierno con un gobierno de facto", dijo el presidente Alvaro Colom.

Ecuador, Brasil, Venezuela y Bolivia, han venido manifestando su oposición al proceso electoral realizado por un gobierno golpista y con el presidente Zelaya refugiado en la embajada brasileña en Tegucigalpa.

En contraste, Estados Unidos expresó hoy su beneplácito por las elecciones hondureñas y urgió a las partes involucradas en el conflicto a que empiecen a aplicar un acuerdo de reconociliación para terminar con la crisis de cinco meses.

El vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly, dijo anoche que "esperamos continuar trabajando con todos los hondureños y alentar a otros en las Américas a que sigan su ejemplo para ayudar a avanzar en la reconciliación nacional y la aplicación del Acuerdo Tegucigalpa-San José".

Aunque el acuerdo, que preveía la restitución de Zelaya en su cargo, no se cumplió, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica felicitó a Lobo como "vencedor" del proceso electoral hondureño.

El gobierno costarricense subrayó "la decisión del pueblo hondureño de buscar una salida por una ruta pacífica y cívica".

Colombia, principal aliado de Estados Unidos en la región, reconoció de inmediato el triunfo de Lobo: "Colombia reconoce al nuevo gobierno, y que se ha dado un proceso democrático en Honduras, de alta participación e inobjetable", dijo el presidente Alvaro Uribe.

Hasta el ex presidente nicaragüense Arnoldo Alemán, quien no puede salir de su país después de haber sido procesado y condenado por corrupción, felicitó hoy a Lobo, y anunció que una delegación de su partido (Liberal Consitucionalista, derecha), viajará a Honduras para reconocer al candidato del Partido Nacional.

Sin embargo, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo el sábado que no reconocerá las elecciones hondureñas, en el marco de la posición de los gobiernos de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), por ser producto de un golpe militar.
(Xinhua)

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